LO QUE DEBES HACER Y LO QUE NO
Llevas soñando desde hace meses con realizar este viaje que, por cuestiones personales, emocionales, familiares o porque simplemente te apetecía desconectar de la rutina, está grabado a fuego en tu mente y en el calendario. Preparada la maleta, ojeada la ruta y con el coche ya listo, inicias tu recorrido. Pero a mitad de camino, una avería en el motor obliga a detenerte en el mínimo arcén de la vía secundaria por la que marchas. “¿Y ahora qué hago?”. Éste es uno de los casos que pueden suceder, pero también podemos sumar otros como actuar ante un reventón en una de las ruedas o asistir a un herido de un accidente anterior en el que una de las partes implicadas se ha dado a la fuga (lo que supone un delito). Lo primero es que hay que apartarse de la calzada, por la que circulan el resto de turismos; si no hay una estación de servicio o una salida próxima, la opción más recomendada es hacerlo en la calzada (cuidado de situarnos a la salida de una curva o en un cambio de rasante). Una vez parado, hay que poner los warning, los indicadores intermitentes que sirven para alertar de un peligro, que deben estar encendidos aún habiendo quitado la llave de contacto. A continuación y antes de bajarte de tu coche, quítate el cinturón de seguridad y colócate el chaleco reflectante, que es obligatorio siempre y cuando se abandone el interior del automóvil, aunque sólo sea para salir a ojear. Debido a las partes brillantes que lleva impresas y que sirven para comunicar que estamos en el asfalto, es un aliado perfecto para que el resto de conductores aminoren el ritmo y sobrepasen mejor el ‘obstáculo’ que generas. Por último, toca colocar los triángulos de señalización y que, a pesar de que llevan desde hace tiempo con ‘nosotros’, aún hoy existe desconocimiento de su colocación: en autopistas y autovías sólo hay que colocar uno por detrás de nuestra posición a 50 metros (más o menos, unos 50 pasos) mientras que, en vías secundarias, además del trasero, hay que hacer lo propio con uno delantero a otros 50 metros. Una llamada Por último y si así lo necesitaras, has de llamar al seguro para que acudan al punto en el que te encuentras (por ejemplo, para remolcarte si no puedes continuar con la marcha o para que uno de los profesionales a sueldo de la compañía te ayude). Es recomendable llevar el número de contacto en la agenda del teléfono móvil o que esté visible y localizable en la guantera, lo que evitará más de un nervio. Hasta que la asistencia no llegue, debes tener el chaleco puesto si estás fuera (tanto tú como el resto de acompañantes que se hayan bajado) y puestos los warnings
